domingo, 26 de julio de 2009

DOS VERSOS PARA LA HABANA


NOCHE HABANERA

Puerta del día; techo de la tarde;
negra deidad de titilantes ojos
que adornas tu cabello con los rojos
destellos del crepúsculo que arde.

Rezumo de belleza sin alarde
que satisfaces todos los antojos;
sirena que acaricias los despojos
de náufragos nocturnos...¡Dios te guarde!

Espérame en tu trono, reina mía,
porque a tus plantas volveré ese día
en que no llore más tu corazón;

y gozaré de nuevo tu sonrisa
entre las suaves alas de la brisa
que besa el muro gris del Malecón.

ESTADO DEL TIEMPO

Se anuncian cielos parcialmente nublados
por rezagos de alguno que otro trauma,
con amenazas de pena intermitente
y posibles granizos de nostalgia.
Soplarán fuertes vientos mitológicos,
provocando alarmantes marejadas
de enigmáticos poemas ya escuchados
en las voces antiguas de las playas.
Si algún vecino ha dejado a la deriva,
ingenuamente, su embarcación sin ancla,
que la ponga de inmediato a buen resguardo
en la costa más recóndita del alma
)(

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